Aprendiendo a modular emociones.


Para empezar, ¿qué son las emociones?

Las emociones »son la reacción psicofisiológica más primitiva que existe, la cual se adapta a los estímulos que percibe una persona a partir de cualquiera de los 5 sentidos. A nivel biológico, esta reacción tiene su origen en el sistema límbico del cerebro, siendo la amígdala cerebral el centro de las emociones. Su duración es reducida y depende del estímulo y del procesamiento completo de la informacion». Por tanto, se consideran las emociones como algo:

  • Innato.
  • Natural.
  • Necesario para la supervivencia.
  • Modulador directo de las conductas humanas.
  • Base en la personalidad individual.

Además, debemos recordar que los sentimientos son »el resultado más racional de la emoción», y que según cómo afrontemos estas reacciones (emociones) y cómo las modulemos (estrategias de control emocional), consolidaremos unos sentimientos determinados en nuestros procesos cognitivos.

¿En qué consiste la modulación emocional?

La modulación emocional consiste en una serie de estrategias cognitivas que nos sirven a las personas para controlar las emociones resultantes de los estímulos que percibimos de forma continua en nuestras vidas.

Ejemplo 1:

Un niño se cae de su cama al realizar un movimiento involuntario mientras dormía, se despierta y se da cuenta de que se ha hecho daño, entonces llora. Ese llanto es una forma de exteriorizar el dolor que produce caerse de la cama y la frustración que produce caerse sin quererlo, además le sirve para llamar la atención de sus padres para que acudan a consolarlo mediante atención y estimulación emocional. Es mediante este llanto (estrategia) que se produce una modulación emocional, quiere pasar de sentirse dolido a sentirse bien, y usar esta estrategia (llanto) le servirá para modularse o que lo modulen emocionalmente.

Ejemplo 2:

Tras una fuerte discusión entre dos personas adultas una de ellas decide salir de la habitación en la que estaban. Cuando sale tras un arrebato de rabia golpea de una patada una puerta que pilla de por medio. La persona en cuestión ha buscado dejar de recibir ese estímulo que le provocaba una emoción negativa (discusión) y sale de la habitación exteriorizando la emoción negativa. Probablemente gritando y con una temperatura corporal y las pulsaciones elevadas. Éste, al toparse con la puerta y preso de un secuestro emocional negativo decide golpearla como estrategia de modulación emocional. Estoy enfadado y golpeo la puerta.

Pero… ¿en estos dos ejemplos habrían existido otras estrategias de modulación emocional?

La respuesta es Sí. Pero depende del nivel cognitivo y de la maduración emocional de la persona. En el caso del niño pequeño muy probablemente no sabría encontrar otra estrategia de modulación emocional. Mientras que el adulto podría haber evitado la patada a la puerta. En el caso del adulto, salir de la habitación fue una buena estrategia, la patada simplemente fue una reacción precipitada. Quizá podría haberse ahorrado la patada y haber exteriorizado esa rabia de otra forma que implique una acción física. Pero…

¿Qué pasa si dejamos correr demasiado tiempo para modular una emoción?

Pues que olvidaremos qué sentimos en determinado momento y quizá ya hayamos empezado a establecer sentimientos negativos o equívocos hacia situaciones parecidas como caerse de la cama (ej.1) o entablar una conversación con esa misma persona (ej.2). Es por ello que es muy necesario trabajar la maduración emocional y el manejo de las emociones desde bien pequeños para poder construir nuestras propias estrategias de manejo emocional para salir airosos de ciertas situaciones de frustración o tensión emocional.

Las estrategias de modulación emocional entre el ejemplo del niño y el del adulto variaban según si éstas estaban socialmente bien o mal vistas. Un niño llorando en público no está bien visto para todas las personas. Para algunas personas es muy fácil criticar a los familiares de un niño con una rabieta en público. Y más sin saber qué hay realmente detrás. Por otro lado, un adulto golpeando puertas en público, está aún peor visto.

¿Cúal es el problema entonces?

El problema es que muchos adultos no comprenden en qué consiste exactamente la modulación emocional en la infancia. Y con el paso de los años las personas que no han aprendido a modular emociones de forma sana acaban mostrando conductas problemáticas o mal vistas socialmente. Los adultos se empeñan en que los niños no lloren tras un momento determinado de frustración o tensión emocional. Aquí es cuando olvidan que llorar es una forma sana que tienen de modular las emociones. Recordemos que si no modulamos las emociones, éstas se pueden convertir en un futuro no muy lejano en sentimientos negativos.

¿Qué debemos hacer?

Como suelo recalcar en la mayoría de lo que escribo, es muy importante trabajar el manejo emocional desde bien pequeños. Debe trabajarse tanto en la escuela como en el contexto familiar y social. Si queremos que los niños se desarrollen de manera integral y aprendan en un futuro a manejar emociones en la mayoría de las situaciones que propone la vida y a construir y hacer suyos sentimientos positivos…

Entonces es muy importante enseñarles a buscar estrategias de modulación y autoconocimiento emocional.

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