Hola, me llamo Laura y tengo 6 años. También tengo TEA. 



Hola, soy Laura y tengo 6 años. También tengo TEA.
Bueno, realmente tengo muchas cosas. ¿Sabes qué más tengo?

Tengo unas mejillas que se sonrojan con facilidad, una tablet que me ayuda a comunicarme con el mundo, unos ojos que brillan por cada detalle, un mordedor para la ansiedad y unas diminutas manos que adoran bailar en el aire. 

Tengo Trastorno del espectro autista. También puedes decir que soy autista o que me encuentro en el espectro. No me ofende. Lo que realmente me ofende es la inversión en ayudas terapéuticas para mi desarrollo. Como si mi condición se desvaneciese en el aire a determinada edad. 

Ojalá… o no. Hay quien cree que el autismo no debería existir. Otros creemos que nos hace ser quienes somos. Tal vez parte del problema sea que nos centramos en la etiqueta y no en la persona. O que el autismo y esta sociedad tan inflexible no hacen buena amistad. 

La amistad es importante para las personas. Para mí los amigos son como esas corrientes de aire que te empujan cuando más lo necesitas. Aunque a veces me es difícil dejarme llevar por la corriente perfecta. Soy como ese junco que se mantiene siempre, aunque se doble por el aire. 

El aire me gusta. Acaricia mis mejillas y contrasta con el calor de mi piel. Me gustan los contrastes de temperatura y buscar nuevas sensaciones que me hagan sentir viva en este mundo tan tenso. 

Me gusta disfrutar de algunas sensaciones sobre mi cuerpo, pero recuerda que yo soy mi propia dueña y habrá cosas que no toleraré. No me gustan las etiquetas de la ropa, son como pequeños cactus rozando mi piel. 

Tampoco me gusta que desconocidos invadan mi espacio personal. Aunque a veces yo misma tampoco sé el espacio de otros que puedo pisar. No tengo mala intención. Y tampoco la suelo ver en los demás. 

Mi casa y mi cole tienen algo en común: la decoración. Y no, no comparten los mismos cuadros. En ambos lugares están los mismos pictogramas que me ayudan a encontrar estructura en el espacio. Sin ellos probablemente estaría perdida. 

Es fácil que me pierda, pero no me voy a otro planeta. Solo es que no siempre sé cómo moverme por el planeta neurotípico. Y tropiezo. Tropiezo mucho. Tropiezo con los cambios, con lo impredecible, con lo abstracto y con lo prejuzgado. 

Me gusta lo predecible y que me avisen de las cosas varias veces. Por favor, intenta cumplir lo que prometes. Si me proporcionas seguridad y un terreno firme, tropezaré muchas menos veces y podremos llegar juntos mucho más lejos. 

Por favor, no tengas prisa. Mi PT dice que las prisas no son buenas compañeras. PT significa Pedagogía Terapéutica. Es mi maestra de educación especial. Como mi AL, de Audición y Lenguaje. Ellas me ayudan a mí y a los demás. 

Ayudarme cuando lo necesito siempre está bien. Pero recuerda que los demás también necesitáis ayuda para entenderme e incluirme. No esperes nunca que un cambio venga únicamente de mi parte. 

Me llamo Laura. Puede que este curso esté en tu clase. O tal vez, el próximo. También puedo ser algún día parte de tu familia. Soy Laura. Pero no soy José, el vecino raro de tu tía. Tampoco soy Luis, tu primo mudito del pueblo. 

Soy Laura. Tengo 6 años y soy autista. Conóceme. A mí. A mi condición. A las personas que me ayudan cada día. Conoce todo el mundo que hay detrás del autismo. Y así, la próxima vez, me entenderás mejor. 


Para saber más sobre TEA: (haz click aquí)

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