Marea multisensorial.


A lo largo de este último curso escolar los maestros, docentes, especialistas, terapeutas y demás personas relacionadas con el mundo de la pedagogía, nos hemos visto abordados por una nueva corriente que va en busca de la estimulación sensorial como canal hacia el aprendizaje. Nos hemos dado de bruces con la llegada de los famosos «spinners«. Los spinners son esos famosos mecanismos que nos han dado un buen dolor de cabeza a más de uno en las aulas. En especial a los especialistas del ámbito de la diversidad funcional. Casi a diario nos hemos ido encontrando con alguien «experto» que nos ha pretendido vender los maravillosos «beneficios» de darle un spinner a los niños. En especial a los niños inatentos y nerviosos, sin distinción alguna entre el amplio espectro que supone la diversidad funcional. 

Aunque es importante recalcar que para algunos maestros y especialistas les ha servido como un recurso más a la hora de intentar facilitar el aprendizaje en sus unidades didácticas.

No voy a dedicar esta entrada a la idea de si es útil o no integrar el spinner en el aula como un recurso más para el aprendizaje. Creo que eso depende de la gracia con la que se pueda introducir y la finalidad didáctica que le de. Personalmente, le veo muy pocas oportunidades de provecho curricular. Y, además, considero que existen muchas otras mejores formas de impulsar el rendimiento académico y facilitar los procesos de aprendizaje. Mi crítica va enfocada hacia ese intento malaventurado de intentar vender el fidget spinner como una solución mágica a las dificultades específicas del aprendizaje y la desmotivación escolar que muchas veces se ven reflejadas a través de una falta de atención.

Sobre los fidgets y los spinners.

Los spinners pertenecen a la gama de los fidgets. Los fidgets son unos juguetes antiestrés de tamaño reducido que suelen caber en una mano. Y el spinner entra dentro de la categoría de fidget. Esto es, existen fidget cubes, fidget spinner…etc.

Su uso inicial fue para servir como un canal de regulación para niños y adultos con diversidad funcional y/o que tienen asociados problemas de ansiedad. Hablo concretamente de personas con autismo, síndrome de Asperger, hiperactividad, alteraciones sensoriales…etc.

Fuente: Wikipedia.

Es importante recalcar que son personas que viven diariamente situaciones de ansiedad y estrés debidas a un procesamiento sensorial diferente. Y es por ello que se crearon los fidgets, para poder servir de apoyo en la regulación emocional y sensorial en momentos de ansiedad social o estrés. Recordemos que, en ciertos casos, si esta ansiedad no es regulada y reconducida de manera adecuada puede desembocar en una crisis.

Es por esto que se recomienda probar el uso de un fidget para canalizar la ansiedad producida por una desregulación sensorial. Y hablo de recomendación y de prueba porque los fidgets no sirven para todos, ni de la misma manera ni en las mismas ocasiones. Habrán niños o adultos que necesiten un spinner o un fidget cube. Otros, en cambio, necesitarán una masa sensorial o una pelotita antiestrés. Existe una amplia gama de fidgets que pueden ser caseros o industriales. Lo realmente importante es que ese fidget se adecúe a la necesidad propia en caso de utilizarse. Mi recomendación personal suelen ser los fidgets caseros. Estos son los que más se adaptan a la necesidad y el perfil sensorial propio de la persona. Y en el caso de los niños pequeños, ese momento de construcción o creación del fidget puede llegar a ser muy beneficioso.

Sobre los perfiles sensoriales y la percepción.

El perfil sensorial de la persona es algo que muchos desconocen y que es el origen del error cuando se le da un fidget a alguien que no lo necesita. En especial cuando se trata de niños. Antes de tomar la decisión de facilitar un fidget debemos entender que este va a originar en el niño una enorme cantidad de sensaciones. Y estas sensaciones no tienen porqué ser agradables. Sobre todo cuando hablamos de niños con trastornos del neurodesarrollo y alteraciones sensoriales. Estos niños tienen una forma de percibir y gestionar las sensaciones de una forma diferente. Y esto es algo que no podemos pasar por alto.

Algunos ejemplos de recursos caseros para trabajar la regulación sensorial:

  • Slime casero.
  • Arroz tintado de colores.
  • Botella de vuelta a la calma.
  • Bolitas de gel.

Conclusiones.

Si crees que tu hijo o hija no está alcanzando todo su rendimiento escolar, entonces es posible que necesites ponerte en contacto con un especialista cualificado. Pueden haber decenas de motivos por los que tu hijo no esté aprovechando su etapa escolar como crees que debería. Y solo un equipo interdisciplinar que esté en contacto directo con él, dentro y fuera del horario escolar, puede valorar cómo y en qué intervenir en caso de ser necesario. Entre esos motivos pueden aparecer las dificultades específicas del aprendizaje, las cuales abarcan aspectos muy variados del desarrollo integral.

Es muy importante comprender que en las dificultades específicas del aprendizaje aparecen una gran variedad de «síntomas». Y dependiendo de su aparición, permanencia y combinación estaremos ante un diagnóstico concreto. La hiperactividad, la desregulación emocional, la reactividad sensorial y los problemas de atención o memoria conforman una serie de secuelas distintas entre sí. Por ejemplo, si existe un problema de memoria no significa que deba existir una hiperactividad comórdiba, o viceversa. O si existe un problema de atención no implica que haya una hiperactividad comórbida. De hecho, existen varios tipos de problemas de atención y no tienen porqué estar afectados todos ellos a la vez.

No todo síntoma es parte de una dificultad específica del aprendizaje. Y no toda dificultad específica del aprendizaje conlleva los mismos síntomas. Las dificultades del aprendizaje pueden llegar a ser muy complejas, y solo a través de una evaluación adecuada podemos encontrar luz acerca del tipo de medidas que se deben tomar. Y eso un spinner no lo soluciona.

 


Enlaces de interés:

Bibliografía recomendada:

  • Bogdashina, O. (2007). Percepción sensorial en el autismo y síndrome de Asperger : experiencias sensoriales diferentes, mundos perceptivos diferentes. Ávila: Asociación Autismo Ávila. (Reseña)
  • Gómez, M. (2009). Aulas multisensoriales en educación especial : estimulación e integración sensorial en los espacios snoezelen. Vigo: Ideaspropias. (Reseña)
  • Ayres, A. & Robbins, J. (2008). La Integración sensorial en los niños : desafíos sensoriales ocultos. Madrid: TEA. (Reseña)

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