Para tener en cuenta… TEA y prosopagnosia.
Cuando convivimos con personas en el espectro del autismo debemos tener muy en cuenta que el autismo puede cursar con otras comorbilidades. Un ejemplo poco conocido es la prosopagnosia. La prosopagnosia es una agnosia visual, e implica una dificultad para reconocer o recordar rostros de personas conocidas o, incluso, familiares. No todas las personas con TEA pueden tener prosopagnosia. Y tampoco tienes que estar en el espectro del autismo para tener prosopagnosia.
En el caso de convivir con una persona con prosopagnosia debemos tener muy en cuenta esta dificultad y la necesidad que de ello se deriva: referentes claros y estables en la fisionomía de las personas cercanas. Para ello, es importante que intentemos no cambiar nuestro aspecto de forma radical o continuada. Y en el caso de que se vaya a producir algún cambio importante, anticiparlo.